domingo, 11 de abril de 2010

El discurso de la divulgación y la ecología

Ahora sé cuál es el secreto para que las personas seamos mejores. Es necesario crecer al aire libre, comer y dormir en contacto con la tierra.
Walt Whitman

Rachel Carson (1907-1964) fue una escritora y ecologista. Como Walt Whitman (1819-1892). De hecho, algunos autores han erigido su pluma en contra de los atropellos que ha recibido la naturaleza, sobre todo a partir del siglo XIX.

Sin embargo Rachel Carson se destaca por su estilo mucho más divulgativo, describiendo con un lenguaje sencillo y certero los efectos negativos que en la naturaleza ha tenido el uso inconsciente de algunos “desarrollos tecnológicos”. Los recursos que utiliza Carson, si bien no llegan a generar los productos preciosistas que sí logra Whitman a nivel literario, representan un buen recurso para interesar al público y dar a entender aspectos complejos del uso de algunas tecnologías: “En la mitología griega, la hechicera Medea, encolerizada por verse suplantada... obsequió a la nueva novia… una túnica… El que se la pusiera sufriría en el acto una muerte violenta”. Compara esta túnica con los insecticidas sistemáticos y subraya con ello el carácter destructivo, que si bien va inicialmente dirigido a los insectos llegan a afectar al mismo hombre.

La otra gran diferencia entre Carson y otros escritores, ecologistas, que incluso se erigen como divulgadores, es que ella no descarta ni anula la importancia del uso de algunos recursos, como los insecticidas, para poder proveer a la humanidad de bienestar: “…estoy en contra de haber puesto potentes productos químicos pozoñosos, sin discriminación, en manos de personas total o casi completamente ignorantes de su poder dañino”. Estoy de acuerdo con ella. No es posible sustraernos drásticamente de todos los elementos tecnológicos que nos facilitan la obtención de alimento para tantos millones de personas; pero es urgente ser conscientes de lo que ello está implicando y actuar pronto al respecto para evitar problemas más graves.

Existe en español una obra que compila la vida de Rachel Carson: La pluma contra el veneno.

2 comentarios:

David Temper dijo...

"Todo es veneno y nada es veneno, sólo la dosis hace al veneno"

Todavía hay debate sobre la prohibición del DDT ya que demostró ser muy efectivo contra la propagación de la malaria. Se llega a mencionar que los peligros de sus sustitutos son similares, pero que la prohibición sólo sirve para asi vender otros insecticidas de patente.

El problema de algunos ecologistas actuales es que quieren regular fuertemente a la industria química (y otras) en base a afirmaciones no comprobadas científicamente, guardando recelo de "las grandes compañías" y su influencia económica...

Pero lo que no ven es que tambíén hay fuertes intereses en el discurso ecologista, ya que es mas fácil criticar lo existente que ponerse a trabajar (léase Partido Verde Ecologista).

En resumen, para efectvamente prevenir la contaminación se requiere de un enfoque integral apoyado desde el mas alto nivel organizacional (como el aplicado por Holanda)
y no sólo con leyes que buscan satisfacer una opinión pública influenciada por pseudociencia y populismo.

Libia E. Barajas Mariscal dijo...

¡En efecto, la dosis es la clave! Hace algunos lustros el entonces presidente de los pequeños mineros en el estado de Sonora (México), el Ing. Salas Pizá, respondía a las fuertes críticas que los ecologistas le hicieron entonces a la industria minera, dada la contaminación que genera. Sin embargo hizo notar que si la sociedad quería mantener todos los beneficios del progreso, como se entiende actualmente, y que en gran parte de se le debe a la industria minera, ese era un precio que había que pagar; o bien, la sociedad entera tendría que reorganizarse para acostumbrarse a "vivir con taparrabos". La postura es extrema, es cierto, y procuro personalmente no tomar partido drásticamente ni polarizar para ningún lado. Creo que no queremos vivir como en la época de las cabernas para ser "congruentemente ecologista", aunque ello no justifica que omitamos que debemos hacer cambios estructurales en nuestra sociedad actual. Pero todo esto es difícil de abordar en unas cuantas líneas, porque como bien señalas en tu comentario, la situación es compleja. En futuras ocasiones ya veremos más al respecto.