jueves, 17 de marzo de 2011

La Big Picture (II)


Teun Van Dijk en Texto y contexto (1988) resalta el carácter “dinámico” del contexto. No sólo es un mundo-estado posible, sino al menos una secuencia de mundos-estados (p.274), por lo que recalca que el contexto es un “transcurso de sucesos”.

Una de las tareas de la pragmática es formular en qué términos se constituye y estructura un contexto comunicativo; asimismo no solamente da cuenta de la adecuación independiente de las expresiones (como las características gramaticales), sino que puntualiza cuáles de sus propiedades (frases realizadas y discursos) dependen de qué condiciones. En una comunicación oral incluso la entonación y ciertas partículas visuales marcan el contexto del discurso.

Con respecto a la historia, habrá que apuntar que la considero como es tomada actualmente por casi todos los grupos de estudio, siempre se construye hoy. Es imposible hacerlo de otra manera, se hace, y sobre todo, se interpreta, desde el presente.

Si reconstruir contextos de situaciones en las que hemos participado es complicado (tome en cuenta cualquier averiguación previa en una investigación judicial), ¡imagine lo que será el reconstruir contextos lejos de nosotros en tiempo y espacio!

Como platicábamos ayer, solemos extender las características de situaciones que conocemos a otras que creemos semejantes; así pretendemos entenderlas. Hoy nos parecería hasta pueril que el tomate (¡nuestro delicioso tomate!) se haya podido equiparar con una manzana (la pomo d'oro -manzana dorada- italiana o la pomme d'amour -manzana del amor- francesa).

Comparamos de manera casi automáticamente todo, así que se necesita un esfuerzo consciente para conocer y reconocer los elementos que se requieren para tratar de reconstruir fielmente un contexto, tanto histórico como discursivo, y reelaborar lo mejor posible la interpretación adecuada de un acontecimiento o de un discurso. Se tiene que evitar viciar la observación objetiva con preconceptos personales, parciales, descontextualizados o incluso falsos.

Ahora ya tienen la foto completa. Una mujer y un hombre. Compare a la mujer de la foto con la imagen de mi blog. Sí, soy yo.

Con la foto anterior podía haber descrito objetivamente al hombre, aspectos que podríamos considerar quizá obvios. Conmigo ahora en la foto puede hacer exactamente el mismo ejercicio, y describirme objetivamente. Incluso, comigo al lado del hombre de la foto, y si obtiene información sobre mi estatura, por ejemplo, (y el alto del tacón que uso habitualmente), podría saber la estatura del hombre de la foto. Pero seguimos sin poder ir más allá de lo obvio en la imagen.

No hay elementos en la foto que indiquen si la persona que me acompaña es mi amigo, mi colega o qué. Si le informo que se trata de mi esposo tampoco tendrá más información que eso. Quizá pueda aventurar sobre qué características prefiero en un hombre para enamorarme de él, pero como no cuenta con toda la historia gráfica de mis novios tampoco podría afirmar eso fehacientemente.

Pero si agrego que se trata de una foto de mi boda ahora sí tiene una gran clave de interpretación, sobre todo si recalco que no es “cualquier foto de la boda”, sino que es “la foto”, la oficial, la enmarcada, la principal. Entonces sí puede afirmar que se trató de una ceremonia sencilla y explicar por qué vestimos de blanco. ¿Por qué inferirá que fue sencilla? Porque la comparará con las otras imágenes contemporáneas de enlaces matrimoniales, en las que son comunes vestuarios suntuosos y por supuesto velo y azahares. Si coloco junto la foto de estudio de la famosa boda del Príncipe de Gales y la Princesa Diana, ¡qué diferencia! Lo único en común es que es una pareja heterosexual y que la novia viste de blanco; ¡pero no hay duda, ambas son fotos oficiales de una boda!

Con sólo la foto no se puede saber dónde fue la boda, el sitio geográfico, pero al menos supondrá, con buenos argumentos, que el clima no era frío. Y en efecto, le puedo garantizar que había un calor de 35 grados, y eso que eran las 10 de la mañana. Además cuelga de mi cuello una amonita, lo cual ofrece la posibilidad de aventurar oficios o aficiones, mías o de ambos. Y tendrá razón, él es Ingeniero Geólogo y yo misma colecté esa amonita en la zona donde él realizó su estudio de tesis. En cualquier boda la novia debe llevar algo viejo, ¿250 millones de años habrán sido suficientes?

Reconstruir contextos discursivos históricos implica primero tratar de tener el cuadro completo, en este caso, la foto completa. Si le presento a las dos personas aisladamente la interpretación cambia drásticamente; podría ser errónea en muchos sentidos, cuando menos parcial o fraccionada.

La teoría de la big picture fue acuñada en primera instancia por los historiadores de la ciencia por motivos didácticos, para enseñar mejor la historia de la ciencia, pero pronto se apreció su valía en la investigación historiográfica de la ciencia. Cuando se ha elaborado de manera correcta una big picture sobre una ciencia o un hecho histórico en la ciencia, podemos establecer una excelente síntesis de los elementos fundamentales que van más allá de la reconstrucción del suceso en sí, ¡podemos interpretarlo correctamente!

Néstor Herran y Josep Simon, en su artículo Comunicar y comparar: la historia de la ciencia ante el localismo, la fragmentación y la hegemonía cultural señalan la relevancia del estudio del contexto en el desarrollo y establecimiento de la teoría de la big picture, y para ello una de las mejores herramientas que ofrecen es la historia comparada: “…siempre que se elijan adecuadamente las unidades de comparación y la metodología sea consistente con las fuentes utilizadas” (p.153).

Procurar las claves necesarias para reconstruir e interpretar lo mejor posible un contexto discursivo o histórico representa la diferencia sustancial entre una versión lo más veraz posible (al menos éticamente responsable y consistente), y la elaboración descuidada de cuadros anacrónicos e incongruentes, ¡incluso falsos!

Algún“experto” sobre mi vida podría saber todo lo que he dicho sobre la big picture que le presenté en este sencillo ejemplo, y constatarlo como cierto, aunque habrá poquísimos "expertos" sobre mi vida aparte de mí misma. Pero en ciencia, ¿cómo sabemos que un “experto” es el que habla sobre tal o cual tópico científico, incluyendo su historia? De eso trataremos el próximo martes 22 de marzo, porque el lunes 21 de marzo es feriado en México.

Por lo pronto concluiremos que para elaborar una buena big picture es necesario tener toda la información que sea posible, discerniendo la trivial de la relevante, y colocada donde debe de ir, como en la construcción correcta de un rompecabezas. Después de todo lo que le he compartido sobre esta foto, tiene una big picture de mi boda, ¡y claro que no errará en dar una respuesta acertada sobre por qué sonreíamos los dos!

2 comentarios:

Concepción dijo...

Libia:
En el mercado editorial abundan los libros de historia de la ciencia y la técnica. Hay títulos que suenan interesantísimos y cuando comienzas a leer te das cuenta de que se trata de refritos infinitos. Para nosotros es relativamente fácil investigar sobre el autor, si es un historiador universitario o independiente. Revisamos la bibliografía consultada y ahí nos damos cuenta si se trabajó con fuentes documentales o sólo se consultaron otras publicaciones. Refritos pues! De esos hay miles y miles. No podemos quedarnos con la lectura de un libro o dos para saber sobre un tema o un episodio de la historia. Desafortunadamente abundan las publicaciones de historia “light” y el conocimiento de los hechos se queda en la historia novelada o fragmentada. A mucha gente le da flojera leer las notas de pie de página o se salta la introducción. Eso disminuye aún más el entendimiento de los procesos históricos que si han sido bien investigados.
Me encantó tu foto y claro, el uso que haces de ella para explicar la big picture. Felicidades. La foto de mi boda también es informal. Nosotros mostramos a la cámara nuestros pulgares manchados con tinta. En mi mano llevo nuestros pasaportes y un bolígrafo. Cualquiera pensaría que acabamos de votar un referendum, pero en realidad estampamos nuestra huella digital en el acta de matrimonio.
En cuanto al tomate, es interesante que en Austria se conoce como “Paradeiser”, es decir, como fruta del paraiso. En cambio, a la papa se le conoce como “Erdapfel”, es decir, manzana de tierra. Definitivamente, las referencias para definir lo nuevo siempre acuden al conocimiento previo y no puede ser de otra forma.
Gracias por la referencia al artículo de Herran y Simon.

Saludos
M.

Libia E. Barajas Mariscal dijo...

¡Gracias por tus comentarios!¡Debe ser muy significativa tu foto de boda!
Qué bien que haces referencia a los refritos, y a la ciencia y la historia "ligth". Aterrizaremos en algo de eso en las próximas colaboraciones. Pero tenemos que irnos por partes. Hoy publiqué la primera.