En noviembre de 2008 se anunció que se concluyó el magno proyecto que constituirá la Nueva Gramática de la Lengua Española; tan ambicioso que pretende no sólo identificar y darle carta de legitimidad a la lengua española de España, sino ser lo suficientemente actual e incluyente como para representar a todos los países de habla hispana en el mundo, la tercera lengua más hablada, después del chino y el inglés.
Especial atención se puso en neologismos que con acusada intensidad han invadido la ciencia y la tecnología en las últimas décadas. Se aceptaron palabras como pen drive y USB, ambos son el dispositivo utilizado en la informática para almacenar datos. También se consolidan palabras que ya son parte de nuestra vida cotidiana: cibernauta, ciberespacio, cibercultura, telemarketing, lifting, mailing, shopping y zapping, entre otras, que se encuentran en una revisión final que las academias de los distintos países de habla española finalmente avalarán para determinar cómo se incluirán (o no) en esta nueva gramática. Podría creerse que entonces se trata de un nuevo diccionario, no una gramática, pero no es así. Se avala el uso de prefijos como ciber y tele en nuevos contextos, y nuevos sufijos como ing... incluso el sufijo para diminutivo está en entredicho: qué es lo correcto ¿golecito, golcito, golito; bebecito o bebito?
El sufijo iche, que ahora sentimos tan “español”, no provino de la Península Ibérica, es una aportación náhuatl, proviene del sufijo itzin. Así es que pediche y metiche son palabras que México dió al mundo de habla hispana… no son palabras "técnicas", es cierto, pero lo que sí es cierto es que el movimiento de una lengua viva es en todos los sentidos. El tan común cártel (o cartel) utilizado en México (y en otros países de habla hispana) no es mexicano (ni hispano), tampoco gringo. Es una palabra que inmigrantes alemanes llevaron a los Estados Unidos a fines del siglo XIX. Actualmente aparece en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española como: "convenio entre varias empresas similares para evitar la mutua competencia y regular la producción, venta y precios en determinado campo industrial", aunque también se describe como: "organización ilícita vinculada al tráfico de drogas o de armas".
Finalmente hay que asumir que el español ya requería una profunda revisión, porque es una lengua viva, y como tal se alimenta de muchas fuentes y las incorpora a su cuerpo, para vivir… pero desecha lo que ya no le es útil, también para vivir ¡Está en permanente transformación!